LIBRO DE DON JOSÉ CHI: MEDITAR EN NAAB, LA MEDIDA Y MOVIMIENTO

“Hay fuerzas que van hacia arriba y vienen de la tierra, otras que vienen hacia abajo y llegan del cielo, algunas más cruzan de un lado a otro y hay remolinos, corrientes, lluvias de agua, lluvias de fuego, lluvias de colores, de luz y de todo tipo de energía sutil que tienen origen en las estrellas y en el centro del planeta. Nosotros no somos sensibles a todas las fuerzas y no todas vienen de la tierra, del agua, del fuego, del viento, las más poderosas llegan con las brisas del cielo alto y otras más entran en las conjunciones, cuando los caminantes del cielo se acomodan en ciertas posiciones y por eso es que se hacen los mitotes, las reuniones de brujos, para aprovecharlas y engrandecer el poder mágico. Por eso usted no deberá volver a esas cuevas ni beber del agua de esos cenotes rezada por los ah’puyá, no será parte del sacrificio de doncellas que entregan el útero para que aquellos que engañan traigan vientos nocivos y más engaño a la tierra. 

Pero tendrá que aprender a reconocerlas y recibirlas y alimentarse de ellas sin rituales, sin deseos de engrandecerse, deberá aprender a saber cuándo caen fuerzas propicias y cuándo deberá guardarse de ellas, como  cuando el jaguar masca a la guacamaya, cuando llega el eclipse. Deberá entender que no todas esas fuerza que vienen a la tierra o las que salen de ella son buenas para desarrollar la perla azul, para despertar al Dragón y mover el agua, mover el fuego interno. Y cuando logre saber cómo reconocerlas podrá ejercitarse para recibirlas; para que no le revienten el culo, la tripa, el corazón y los ojos tendrá que limpiar su cabeza de toda clase de pensamientos y emociones de su pasado, tendrá que romper con su pasado personal y solo conservar lo que le ha engrandecido el corazón y abierto su entendimiento. Si le toca estar solo tendrá que apretar el culo y hacerse dos, si está usted acompañado, entonces seguro aprenderá cómo se trabaja en dar y tomar y convertirse así en lo que se dice agua quemada. 

Porque Atl Tlachinolli no es lo que dicen los señores del Mex, es también el cuerpo en su sangre roja y en su sangre azul. Una es vida, la otra es veneno. van juntas pero separadas, son una misma y una es de Tlazolteotl, la otra de Coatlicue que son la misma, una el vientre, el útero, la otra el hígado, el bazo. Una limpia, la otra entrega. Y todos los nombres tienen muchos sentidos y si se pierde usted en ellos puede equivocar el camino y es cuando lo llevan a la oscuridad y la perdición y se pierde en rituales de sangre, de sexo sin poder, de oscuridad. 

Así sabiendo que caerán esas fuerzas del cielo, recuerde siempre que la ciudad del cielo, la ciudad de la tierra, es su cuerpo, los templos están ahí, vea en su corazón, vea en su hígado, vea en su bazo, vea en su vientre y verá los mapas del cosmos. Y no necesitará bajar a las cuevas ni recorrer lugares llenos de energía de muerte y olvido. El centro del mundo es el ombligo, de ahí nace el árbol y también la esfera, la perla que cultiva cuando acepta la guía del Talam, el engendrador misterioso, que vive en usted; y sólo haciendo Takachilah, observando sin pensar, sin dejar que el engañador, que el Tezcatlipoca, que es su mente, lo perturbe, podrá entender la enseñanza que le es dada desde adentro, desde la profundidad del universo del que viene. 

Así verá que la sangre tiene un recorrido, que el sentido de caminar de una forma tiene su origen y su representación en las rutas de su sangre, ahí en sus ríos internos, y por eso, cuando va con esos de la noche es que le dicen, cuando lo quieren engañar, que todo aquello que hacen es alimentar y mover el espíritu del cielo, pero es mentira, solo buscan su provecho y lo entregan a usted y a los que creen en ellos a sus piedras, entregan su sangre y su poder y por es que se dice que eso que hacen aquellos que se juntan en las cuevas y atraen al viento hacen de la verdad un abuso. Usted debe comprender que todo se mueve dentro de su cuerpo, nada afuera y que seguir a los que llevan el envoltorio, el Pizon Cagal, donde guardan los huesos que les sirven para conjurar a los muertos, es entregar lo que le hace estar vivo, lo que es su poder y su entendimiento, hasta que quede confundido y en medio de una gran oscuridad, con su voluntad robada.

Vea usted, escuche esto que le digo con profunda atención, porque nada del saber le es dado de afuera, nada viene del cielo ni de abajo de la tierra ni de la tierra y mucho menos de otros que como usted están también buscando. Cuando vea con claridad que así es el saber, podrá distinguir lo que la madre le dice de lo que resuena desde el fondo de ese otro universo del que usted proviene y podrá hacerse fuerte sin quitarle nada a nadie, a nada; y pasará por esta tierra con impecabilidad y poder suficiente para que no le cobren peajes de dolor y sufrimiento en sus pasos por los ríos de ahí arriba. 

Recuerde entonces que cuando se dice que somos luz es porque cada instante nacemos de la electricidad del cerebro, de cada pensamiento viene la realidad y el sentimiento y por eso es que se trabaja para estar armonizados, sin pensar, sin que la mente esté atrapada en las cosas del tonal, aunque aquí viva y aquí se exprese en su camino al siguiente mundo, al siguiente universo, a la próxima emanación, porque en verdad le digo que del Tonal surge el poder más grande para el caminante, porque usted será la conexión, el puente, el camino mismo y por eso es también que si no se hace discreto querrán seguirlo, y ese será también un reto porque puede que el suyo no sea el camino de otros. 


antes de que se ponga a respirar y meditar en Naab, en la medida y el movimiento, vea dos cosas en su cabeza: el lado izquierdo es Tezcatlipoca, el lado derecho es el Quetzalcóatl, los dos son lo mismo, los dos son hembra y macho, bueno y malo, los dos construyen y los dos destruyen, por eso es que se necesitan y son uno y comen lo que usted les da en pensamiento, en corazón, en actos y en la tripa, y en eso que les da en eso lo convierten a usted, porque toda energía que nutre tiene cualidad, tiene sustancia y tiene raíz y por eso es que también se cuida lo que se ha de meter a la boca, para que en el fuego del caldero interior, al convertirse en bebida sagrada, esa sustancia le dé a usted el alimento que lo eleve y no meta en los templos de la ciudad sagrada aquello que lo haría pesado, que lo haría lento, que le puede cortar y amargar el pensamiento luminoso y lo postrará en su petate a dormir, entre ronquidos, el sueño de los pedorros.”