Don José Chi, me dijo, cuando no pude aprenderme correctamente el mecanismo de los días, los meses y los años, antes de que se diera cuenta de mi dislexia:
"No puede dudar si quiere dedicarse a esto. De otra manera, sea usted un Tlacuilo, viva entre libros, hónrelos, alumbre el pensamiento de aquellos que buscan, como usted; o déjelo todo y vuelva a su clan de monos, pero no juegue con los instrumentos, no vista los cargos que nadie le ha dado ni pierda su tiempo mirando la nada, el respiro de Hunabkú en el infinito. Sea feliz allá, abajo."
"No puede dudar si quiere dedicarse a esto. De otra manera, sea usted un Tlacuilo, viva entre libros, hónrelos, alumbre el pensamiento de aquellos que buscan, como usted; o déjelo todo y vuelva a su clan de monos, pero no juegue con los instrumentos, no vista los cargos que nadie le ha dado ni pierda su tiempo mirando la nada, el respiro de Hunabkú en el infinito. Sea feliz allá, abajo."