DE LA MENTE Y SUS BATALLAS: LIBRO DE DON JOSÉ CHI

Un amigo me comentó que andaba experimentando unas cosas muy extrañas a partir de una situación personal suya y que le hacían creer que podía haber voluntades ajenas a él y la otra persona involucrada, actuando para manipularlos y que quería consultar con algún brujo o bruja y que si yo conocía a alguien a quién recomendarle. No dudé en ningún momento de que lo que estaba sintiendo fuera verdad, pero le dije que se tranquilizara y no pensara en brujos ni “trabajos”, que hiciera algunas cosas muy sencillas como darse unos baños con yerbas y remojar los pies en sal y que, sobre todo, más bien pensara con qué emociones del pasado estaba lidiando y que tenían que ver con esa situación, pero él no me quiso escuchar, estaba seguro de que “algo” había de anormal en lo que estaba viviendo. Ya no pude decir más porque en mi experiencia, cuando se sienten “cosas” aunque los demás puedan querer convencernos de que no son verdad, por lo regular resultan percepciones correctas pero que no sabemos interpretar, aunque esas “cosas” (que sí creo firmemente que pueden ser manipulaciones o emanaciones de la voluntad de alguien que persigue algo específico) siempre actúan en nosotros si nuestra voluntad es débil, o si encuentran bloqueos emocionales o emociones atoradas, que por lo regular vienen de mucho tiempo atrás y que de alguna manera tienen que ver con el tipo de emoción o sentimiento que se experimenta en el presente y que terminan ocupando nuestra mente y nos llevan a hacer actos fuera de lugar o nos llevan a actuar de manera incorrecta frente a la situación que enfrentamos y terminan volcándose en nuestra contra y por eso es necesario recapitular y limpiarse de la basura del pasado. 

Mi amigo me contó su historia, que no viene al caso, pero que me recordó algo que Don José Chi me dijo un día y se lo compartí y que aun así, en abstracto puede servirle a quien sea en cualquier situación: 

“cuando sienta energías o fuerzas que actúan en un plano mental o energético, trate de sentir si son más poderosas que usted, y sea humilde, no se haga al valiente y no se enfrente, usted no tiene la preparación ni las armas para hacerlo, retírese a meditar y recapitule, porque si son de verdad se estará usted enfrentando con gente muy poderosa y que le causará daño y si no lo son solo se estará usted haciendo daño a sí mismo, al sufrir por su propia voluntad. Mejor ponga en el centro de su atención que usted no es dueño de nada, que nada le pertenece en este mundo, solo su consciencia y por eso debe permanecer en su centro, desde ahí es que puede librar toda clase de batalla. Y si en verdad está en su centro, verá usted que las batallas son de su mente y de inmediato no habrá nada que combatir porque si le están arrebatando algo que considera suyo, en realidad no es así, porque el que algo o alguien esté con usted no depende de su voluntad sino de la otra persona y eso ya está más allá de su poder, asúmalo, acepte y retírese, si algo es suyo o le toca de alguna manera, el dicho lo dice bien: volverá. Solo debe estar seguro de lo que usted siente y de si es verdadero, es decir, si no viene de sus apegos y se está creyendo algo que no es. 

Si está convencido de que sí es una certeza energética, entonces, relájese, respire con la respiración de polvo (una técnica para respirar con exhalación haciendo un sonido peculiar con la garganta) y observe sin juicio. Si lo hace bien, podrá ver el ojo del águila, o del dragón, no importa cómo le quiera llamar y podrá acechar del otro lado y verá si hay alguien o algunos y cuáles son sus intenciones. Verá usted también que es seguro que nada tienen que ver con usted y que usted tiene que retirarse o de plano, librar la guerra de otros a costa de su propia paz y eso, le puedo asegurar que nunca es una buena decisión. Si cree que tiene que luchar por algo, en estos terrenos, tiene que parar todo intento de hacerlo y forzarse a poner toda su atención en usted porque el ego lo puede llevar incluso a la muerte. Sólo mantenga su centro, guarde silencio y no haga juicios de nada, no mueva su voluntad de sí mismo y respire, respire, respire, hasta que todo desaparezca y nada más esté usted ante el gran ojo. Verá que todo se acomodará a como deben ser las cosas, cualesquiera que sean y se le quitarán las ganas de pelear, de otro modo, tendrá que vivir en guerra toda su vida, eso es una decisión y lo llevará por un camino de violencia, de ego y de poder que nada tiene que ver con lo que usted persigue. Recuerde que mientras más sepa, mientras más consciencia tenga, más debe resistirse a manipular, a querer que su voluntad se imponga en esta emanación, eso es un gran desperdicio de energía que no le vendría bien. Haga lo que le digo, verá que se sentirá en paz. Lo demás es un asunto del intento”.